lunes, 10 de septiembre de 2012

Nada.

Hace frío y ni con eso mi piel se pone de gallina. Ese chute de adrenalina que me hacía temblar sólo me entraba al hacer contacto tu piel con la mía, y para qué hablar de eso que dicen sentir al fumar maría, para qué, si ellos no saben lo que he sentido yo al ver tu cara por las mañanas y al escucharte reír en mi espalda. Para qué pegarse con la pared si cada vez que recuerdo el día en que te fuiste siento pinchazos, dolor y siento que, aquel día,  mi vida cambió. Que no me vale de nada pillarme una borrachera una noche ni estar todo el día ausente, si es que tengo alucinaciones al cerrar los ojos con tus labios y los fantasmas de tus pasos ocupan mi cabeza y cada esquina de mi habitación. No he sabido decirte adiós y dudo que sepa hacerlo.
Me ahogo en un vaso vacío y tengo insomnio porque es darme la vuelta en la cama y tener miedo, agarrar el edredón y estar helada, esconderme debajo de la almohada y ahogarme y es encender la luz y morir. Me muero cada vez que recuerdo tus manos en mi pierna y sigo sin creerme que tu sonrisa era la mía cuando tenía dudas y debo decir, que ni mil jerseys se comparan con tus abrazos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

8.

Es inevitable no tener dudas, no pensar en que un día voy a despertar y voy a leer un mensaje tuyo diciendo que todo es mentira, que te vas para no volver... y yo me quedaré ahí, sin saber qué hacer o cómo actuar, tardando en asimilar todo: en que no volveré a hablar contigo ni te volveré a ver. Es inevitable no tener este puto miedo cada día ya que cuando me respondes con un "no miento, no, esto va en serio" no puedo mirarte a los ojos y ver si mientes o no. No puedo pensar el dejar de hablarte dos días, acaso uno, y me acojona el que me olvides porque, siento ser egoísta, pero no quiero que lo hagas nunca y que, cuando logres probarme, sea como esa puta pesadilla que no te deja dormir una noche mala, pero con la diferencia de que yo no te dejaré dormir ninguna.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Hola.


Ya ves, de la manera más tonta te enamoras y te ves entre la espada y la pared. Miras al frente y ves una vida con él, llena de riesgos, y das un paso para atrás y te ves sin tu felicidad pero con algo más simple, más llevadero, pero decides arriesgarte, con un pañuelo en los ojos, manteniendo a esa persona en tu cabeza hasta que puedas estar con ella y hasta que puedas ver que la vida es corta y que quieres que un trozo de su vida esté contigo al igual que tú en la de él. 
Que te quiero y no hay más.

Frenesí.

Tú. Me quemas, me quemas la cabeza y me haces que me sienta como una maldita narcótica, me haces vivir una paranoia. Que es que pienso en tus besos y me entra calor y pienso en tus manos y tengo escalofríos. Te quiero a ti, en mi cama o en una esquina. Quiero que me veas llorar, reír, gritar y susurrar, quiero que te acostumbres a mí.

Dime.

No me importaría estar sólo contigo en este mundo, sin nadie más, sólo escuchar tu voz durante el día y notar tus pasos al venir a por mí. Me encantaría que te aficionases a tocar el piano en mis costillas y a mí me encantaría ver tu sonrisa a todas horas, verte cansado, dormido, despierto y de todas las maneras que se te vengan a la cabeza. Me encantaría cansarme de decirte que te quiero y de que me quites el sueño.Quiero despertarme y verte a mi lado y no quiero pensar que tal vez me esté ilusionando. Sé una de las razones de mis sueños y dime lo mismo que yo te diga. Puede ser que esto se muera porque nada es para siempre o simplemente yo nunca he podido confirmarlo pero el tiempo que esto siga, quiero que sea nuestro, con pros y contras y con muchas noches en vela de por medio.

jueves, 23 de agosto de 2012

Sin nombre.

Por pedir, te pido a ti, sin distancias, sin mentiras, sin horas y sin días.  Por pedir, pido que me beses hasta hacerme daño y que me dejes el cuello en caos, que prendas fuego a las sábanas y también a mi piel. Que el aire que respiremos sea el que pase de tu boca a la mía y viceversa. Que marques tus huellas en mi espalda y que me quemes con tus labios en mi hombro. Pido que estemos a oscuras, que sólo vea tus ojos y que mientras te bese, sonrías, y que si me la lías, volveremos a ese día. Que sea invierno y me abraces, primavera y me beses, verano y me quites la ropa y otoño y me tatúes. Que me pongas la piel de gallina y me aceleres el pulso y que me ayudes a terminar esta lista de cosas que pido. Que pase el tiempo en un abrir y cerrar de ojos y que al volver a abrirlos se ralentice.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cielo de hormigas.

Un cielo de hormigas... puede ser. Un cielo tan pequeño que no quepan las estrellas en él y que por eso tengan que desaparecer entre las nubes de vez en cuando. También puede ser que un crepúsculo en pleno otoño sea lo más impresionante que puedas ver en este mundo. También puede ser que no haya manera de acortar la distancia desde su boca a la mía y aún así no sé si la luna se ve igual desde su cama. Y sigo desvariando, como de costumbre.

viernes, 6 de julio de 2012

La gente dice: "Sois iguales."

Y yo lo que necesito es a alguien que me lleve por el boulevard de los sueños rotos, alguien que me quite el aliento y que me demuestre que el mundo se puede parar. Alguien que crezca conmigo y que me lleve y me traiga por donde él quiera, que me diga que me tiene ganas y que le haga perder la cabeza. Alguien que sea capaz de romper momentos bonitos y que haga de ellos lo peor y que, de vez en cuando, me demuestre que la vida es corta y que solo dura un par de noches. Ese alguien que me odie por dejarle con ganas de algo y que me diga que me odia sin razón, que me haga ver las cosas con otros ojos y yo a él y que consiga que me deje llevar incluso cuando tenga miedo. Que sepa sacarme una sonrisa en cualquier momento y que me entienda sin que diga ninguna palabra. Que coma conmigo Pringles de ajo y que aún así me quiera besar y que espere a que me quede dormida para irse. Que me mire a los ojos y vea que no soy nada más de lo que soy y que sepa aceptar que él ya no puede hacer nada porque está completamente enamorado de mí.

Trescientos sesenta y cinco.

Y ya hace un año que conoces a personas que cambian tu vida. Un año que ha pasado desde que encontraste a gente que se parecía a ti, con la que compartir cosas. Lo bueno siempre tiene que terminar para que puedan comenzar cosas mejores pero los finales no me gustan ni me gustarán. Hay gente a la que llevas sin ver desde el día en el que acabó todo pero que sigues echando igual de menos que cuando te ibas a la cama al día siguiente y que te sigue importando aún más después de todo. Esa gente que te abrazaba si lo necesitabas y cuando llorabas te hacía reír. Que te ayudaba a hacer los trajes de los juegos y que sigue inventándose cosas con la palabra kiwi. Es gente especial y que tiene y tendrá siempre un hueco en tu corazón. Es gente que vive a setenta kilómetros de ti y que si algún día la ves, llorarás como el último día y que no querrás soltarla cuando llegue la despedida. Hay personas que se quedan cerca de ti y con la que rompes cristales el primer día y que de la noche a la mañana se convierte en ese algo imprescindible que vale por todos.

jueves, 5 de julio de 2012

Empiezas riendo y acabas llorando.



"Sé que me echas de menos y que sigues pensando que tengo la sonrisa más bonita del mundo. No es por ser egocéntrica, es más, soy lo más vergonzoso que existe sobre la faz de la Tierra, pero tú me obligaste a creérmelo, pero sólo contigo. Aún así, sigo pensando que no soy nada del otro mundo y que tuviste miedo al decirme que me querías de verdad, que lo pasaste mal al ver que me perdías y que, supuestamente y para mi, era lo mejor . Creías que me merecía algo mejor que tú, alguien inteligente o que tuviese unas expectativas de futuro parecidas a las mías, lo que no supiste es que las nuestras se parecían. A ti no te interesaba lo más mínimo estudiar y sin embargo amabas leer y recopilar frases. Te gustaba salir y al día siguiente no recordar nada. Te encantaba tocar la guitarra y cantar canciones cuando nadie te oía y no podías estar sin un balón en tus pies, que querías dedicarte a ello. Parecen tonterías pero sabías que me llenabas y que yo te hacía tomar el norte, nos complementábamos. No querías hacerme daño pero lo hiciste y has intentado cambiar y te has tirado a una cada noche, tratando de ahogar recuerdos en besos, pero siempre venía a tu cabeza mi sonrisa y mi manera de decirte que te quería, sin mirarte a los ojos. Recordabas mi mirada y esas horas en las que no decíamos nada más que ver quién aguantaba más sin besar al otro, y como siempre, acababas perdiendo y yo me daba cuenta de que te importaba y que lo sigo haciendo. Tú eras el poeta que decía que ahora los "te quiero" se regalan y que si tú lo decías, era de verdad, que harías cualquier cosa por mí si estaría contigo o tú conmigo, que era lo más bonito que habías visto nunca y que era especial. Que te gustaba tocar el piano en mis costillas y que te volvías loco cuando me escondía cada noche en tu cuello. Echo de menos el contraste de temperatura entre tu cuerpo y el mío cuando nos veíamos y que me abrazaras por las noches cuando hacía frío, que me acariciases el pelo para despertarme y que sonreirías cuando te besaba. Echo de menos tus palabras y susurros, incluso cuando yo gritaba. Echo de menos enredarme en el edredón;  ahora la luna ya no está tan bonita como cuando te quedabas despierto conmigo en el balcón. Cuando me venías a buscar de madrugada y me llevabas a la playa en tus hombros mientras yo gritaba o reía. Cuando arreglábamos todo con un "no puedo estar sin ti" o cuando me comprabas caramelos si no sabías qué hacer. Echo de menos ponerme roja cuando me obligabas a cantar o cuando me decías cosas al oído y echo de menos tu paciencia, nuestras conversaciones de besugo y la manera más ridícula de conocernos, y creo que si ahora mismo vendrías, te perdonaría, porque echo de menos que me digas que te gusta mi sonrisa."

Alguien.

 "¿Sabes? Me gusta despertarme y mirar al cielo y, de vez en cuando, a mi derecha y ver que estás. Me encanta esconderme en tu cuello y decirte los buenos días sin palabras. Que te rías de mí por la mañana y me asustes en la cocina. Que haga frío y me abraces. Identificarme con alguna Ley de Murphy y que me hagas sonreír. También me gusta que me eches de menos cuando no estoy y que me llames por la noche para darme las buenas noches. Me encanta que me beses la nariz al irte y que me muerdas los labios, que me camufles en la pared y que me quites la ropa. Que me queme la piel y que me comas el cuello. Que recorras mis tatuajes con tus dedos y que respires al filo de mis labios. Que se me ponga la piel de gallina y que te rías por eso; que no te acostumbres pero si a mí."

No siempre.

 A veces no nos acordamos de lo que hemos soñado y cuando lo hacemos, algunas noches tenemos un agrio recuerdo. Cuando te despiertas y estás solo y creías haber estado al lado de una persona o cuando te das cuenta de que no es la persona que querías que estuviese a tu lado. Otras veces, al levantarte y mirarte al espejo, ves que tus ojos están llorosos. Has tenido miedo y hoy, a mí, mis sueños me han mentido. Creí ver a alguien que no era. Creí reír con esa persona y huir con ella de los ojos curiosos. Creí haber rozado sus labios con los míos y sí, mis sueños me mintieron, y volví a esconderme entre el edredón y la realidad y creer que esa persona con la que había estado, era él y no otro. Y tiemblo y aprieto los ojos hasta ver chiribitas pero no vuelvo a dormir y me asusto, me asusto al pensar en que tal vez no vuelva a conseguir arreglar ese sueño, o tal vez pesadilla, y que no pueda abrazarme a él, al de verdad.

Pequeñas cosas.

A veces, intentando encontrar algo qué leer por Internet, te encuentras con escritos repetidos en miles de blogs y que ya has leído en alguna red social, pero algunos de ellos son sumamente preciosos y se merecen ser leídos. No sé, algunos son fragmentos de libros, monólogos de película, otros de canciones y los que más me gustan son esos que fueron inventados y que han ido pasando por las mentes de cada uno.
 "Mi teoría es que esos momentos impactantes, esos destellos que ponen patas arriba nuestras vidas, son los que acaban definiendo quienes somos. La cuestión es que cada uno de nosotros es la suma de todos los momentos que hemos experimentado con todas las personas que hemos conocido. Un momento de amor total, físico, mental y de cualquier otro tipo de amor. Lo que nunca me había planteado es si algún día no recuerdas ninguno de ellos."
                         - Todos los días de mi vida. 

  "Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo. Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo para el resto de tus días. Por pedir, pido que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo. Por pedir, te pido una tarde lluviosa dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines y con mantas, en frente de mi película favorita.. y que vaya todo según nuestros verdaderos sentimientos. Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y darnos otro beso sin que nos vea la gente. Por pedir, pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, y que tu risa fuese la mejor de mis melodías.. Y después, en un intento por no dejarme ir, me hagas perder de todo menos la sonrisa."
 "Las personas,ahora, camuflan lo que sienten.Regalan sonrisas y marcan las miradas. Seleccionan los momentos con una fecha. Dejan las historias sin final. Olvidan lo que sienten antes de que les dé tiempo a saberlo. Ahora, se dice "te quiero" como quien dice "hola". Los besos se regalan y los calentones en cualquier parque a cualquier hora de la tarde son rutina. Si eso les llena..vale, pero eso no es para mí. Por que,joder, cuando digo "te quiero", es porque te quiero de verdad, sin contratos, sin papeles, sin interés y con todas las concecuencias que me lleve hacerlo."
  Podéis añadir más escritos: propios o sacados de algún lugar.

miércoles, 4 de julio de 2012

No somos invencibles.

Sigue saliendo el sol y comenzando un nuevo día. Seguimos respirando y cruzándonos con mil personas al día. Seguimos dándonos cuenta, o tal vez no, de que la mentira está demasiado cerca de la verdad pero hay veces que no queremos reconocerlo, preferimos creer que no hay dolor cuando en realidad sí, lo hay, y somos expertos en esconder lo que en realidad sentimos, soñamos y pensamos. Damos la cara y vamos de frente. A veces corremos por miedo y otras nos quedamos al borde del abismo, sin saber qué hacer y en esos momentos es cuando nos damos cuenta de que somos personas pero seguimos teniendo miedo, miedo de caernos. Creemos que los humanos somos idiotas al pensar que no hay nadie que esté contigo en esos momentos pero, en realidad, sí que estamos solos. En esos momentos necesitas a alguien al que poder agarrarte, que te diga qué hacer o cómo reaccionar, alguien a quién abrazar y poder esconderte, alguien con el que sentirte seguro y poder tragar ese mal rato. Pero no, no pasa. Eres tú el que toma una decisión, a veces errónea, pero no dependemos de nadie, no hay nada material que busques y sólo eres tú. Ahí descubrimos quién es en realidad valiente y quién no vale la pena. Algún día moriremos aunque no queramos y nos daremos cuenta de que no éramos invencibles.


You're wondering now, what to do, now you know this is the end. You're wondering how, you will pay, for the way you did behave. Curtain has fallen, now you're on your own. I won't return, forever you will wait. You're wondering now, what to do, now you know this is the end.



domingo, 10 de junio de 2012

Palabras.

Te mienten y no crees. Te hablan y te escondes. Discutes y te ahogas. Te caes y te levantas. Así de simple es la vida. Sonríes y mañana, a la misma hora, puedes estar llorando. Tienes ilusión por algo y de repente, se esfuma. Andas y luego corres. Respiras y después hiperventilas. Comprendes y luego no entiendes. Ves pero ellos dicen que estás ciego. Quieres y luego odias. Te jodes o te joden. Pisas o te pisan. Gritas o cantas. Luchas o te rindes.
Acabo de escribir un sin fin de antónimos pero si te das cuenta, algunos se relacionan: "Gritas y lloras. Comprendes y ves. Odias y no crees. Te joden y te escondes."
Think before you make up your mind. You don't seem to realize. I can do this on my own and if i fall, I'll take it all. It's so easy after all.

[¿Algo que añadir? Escriba aquí.]
                            

domingo, 3 de junio de 2012

Somos personas y tenemos miedo.

Creo que las personas dejamos muchas cosas por decir. Tal vez por miedo o simplemente por vagancia no dejamos las cosas claras o hacemos que queden turbias. Damos mil vueltas a un mismo hecho o pensamos mil veces qué decir por el qué dirán. Tenemos miedo a equivocarnos y a veces no tenemos suficiente valor para enfrentarnos. Sufrimos al ver que lo que pensamos se queda en nuestra cabeza, haciéndonos sentir mal. Nos duele ver como se hunde una persona que nos importa y parte de nosotros también se hunde con ella. Lloramos de impotencia, rabia, angustia, dolor, felicidad, miedo, nervios, porque lo necesitamos o porque debemos. Tenemos manías, gustos distintos, gestos propios y miles de diferencias pero nos une que alguna vez todos pasamos por lo mismo.Callamos por vergüenza, por no saber qué decir, por no saber cómo actuar y por no saber si sabremos contestar. A veces queremos y otras odiamos, echamos de menos o de más, tenemos frío o calor, estamos vivos o muertos.
Si quieres contar algo, escríbelo aquí debajo. Debajo de todas estas palabras en un comentario. No hace falta saber cómo te llamas o de qué color son tus ojos. Si tienes ganas de decir algo, hazlo.